domingo, 25 de setembro de 2011

El Pais.

Rousseff busca evitar quiebres en base aliada tras escándalos


Fuente: Diana Renée (dpa) | 15/09/2011

Brasilia, 15 sep (dpa) - Un día después de forzar la renuncia del ministro de Turismo, Pedro Novais, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, cambió hoy su agenda para participar en un foro organizado por la agrupación centrista.

La presencia de Rousseff fue interpretada como una clara muestra de que, pese a las irregularidades que en el último mes motivaron la salida de dos de los cinco ministros que representan el PMDB, la mandataria sigue considerando a la agrupación centrista como un socio valioso, y no como un aliado indeseable.

"El PMDB y el PT (el Partido de los Trabajadores, de Rousseff) son inseparables", aseveró el presidente de la agrupación centrista, Valdir Raupp, quien apuntó que la presencia de la mandataria en el foro "es una demostración de unidad de la base oficialista".

"Desde el punto de vista de su relación con la presidenta Dilma, el PMDB vive un excepcional momento", aseveró asimismo el líder del partido en el Senado, Renan Calheiros.

Las manifestaciones públicas de lealtad mutua buscan deshacer la impresión de que la relación entre el PT y su principal socio en el Congreso atraviesa por un proceso de deterioro tras las renuncias de tres de los cinco representantes del PMDB en el Gabinete desde agosto pasado.

Además de Novais, quien debió abandonar el cargo tras ser acusado de usar recursos públicos para pagar salarios de una empleada doméstica, abandonaron el gobierno en agosto otros dos ministros del PMDB: el de Agricultura, Wagner Rossi -también alcanzado por denuncias de irregularidades- y de Defensa, Nelson Jobim, por críticas públicas a colegas de Gabinete.

Con excepción de la cartera de Defensa -que pasó al comando del ex canciller Celso Amorim, afiliado al PT-, los otros dos ministros fueron reemplazados por legisladores del propio PMDB: el diputado Mendes Ribeiro es el nuevo titular de Agricultura, mientras que Gastao Vieira asumirá mañana el comando de la cartera de Turismo.

"Ninguno de los ministros del PMDB fue destituido, todos dimitieron. Y el PMDB entregó a la presidenta nuevos nombres", afirmó el senador Eunicio Oliveira, al asegurar que el partido no ha perdido espacio ni poder en el gobierno.

Escándalos de irregularidades también llevaron a las renuncias del jefe del Gabinete Civil, Antonio Palocci, del PT, quien renunció en junio, y del titular del Ministerio de Transportes, Alfredo Nascimento, del conservador Partido de la República (PR).

Hace una semana, en un discurso a la Nación, Rousseff aseguró que el combate a la corrupción es un "compromiso permanente e inquebrantable" de su gobierno.

Sin embargo, el politólogo brasileño Roberto Romano, de la Universidad de Campinas (Unicamp), opinó hoy que el PMDB y otros partidos aliados del gobierno representan "una oligarquía" que mantiene el poder en el país desde hace décadas y que "cobra una factura" para brindar apoyo a los gobiernos a los que sirve.

"Cuando hay este equilibrio oligárquico del poder, lo que hay es la designación (para cargos) de personas que son subordinadas a los jefes de las oligarquías", afirmó Romano en entrevista al portal brasileño UOL noticias.

Según el analista, de no reforzar los organismos del Estado de fiscalización y combate a la corrupción, Rousseff se convertirá en "rehén de la base aliada".

En una entrevista a la televisión brasileña el domingo, Rousseff aseguró que la base aliada está integrada por "hombres de bien", y negó que sea "rehén" de las exigencias de los partidos que conforman la amplia y heterogénea coalición oficialista.

"Nosotros hemos armado un gobierno de composición. Si no hay un gobierno de coalición, no lograremos gobernar", expresó la mandataria, quien aseveró que su relación con los aliados se basa en propuestas de gobierno, y no en intercambio de favores.