A los bloggers alternativos -dentro de Cuba- el único punto en común que nos une es el uso de Internet para colgar nuestras opiniones, crónicas y preguntas. Estamos cansados de que se nos intente englobar en un paquete compacto que debe comportarse como “un solo pueblo, un solo partido, una sola idea”. Cuando confluimos lo hacemos sobre el supuesto de que no tenemos disciplina de grupo ni estamos obligados a adoptar posiciones comunes. Si algo nos caracteriza es la polifonía, la diversidad de sueños y deseos; el ansia de remarcar esa pluralidad que en la Cuba real se esconde bajo la máscara de la unanimidad.
Por eso, cuando leí el llamado a una cibermovilización que afirmaba haber “sido convocada por varios blogs y webs cubanos”, me sorprendió que la noticia no se supiera entre los radicados en territorio nacional. Una idea así debió ser –al menos- consensuada o discutida con esa parte frágil y variada que somos los que escribimos desde la Isla. Quizás el llamamiento se hubiera visto enriquecido, entonces, con otras demandas o con un orden diferente de prioridades.
No obstante, coincido en la necesidad de alcanzar los tres pedidos que sugieren quienes echaron a rodar la convocatoria. Como toda práctica tiene su comienzo, confío en que la próxima cibermovilización esté mejor organizada, haya sido consultada con los posibles participantes y sobre todo, que contenga ese margen de libertad y creatividad que es inherente al espíritu blogger.