Dilma Rousseff, la candidata ex guerrillera busca en las favelas los votos populares
En el inicio de la campaña por televisión, se le verá visitando los barrios pobres de Río de Janeiro. El Mandatario Luiz Inácio Lula da Silva será el presentador de los spots.
JAVIER MÉNDEZ ARAYA
Hoy se inicia la campaña televisiva para los comicios presidenciales del 3 de octubre y Dilma Rousseff y su mentor, el Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quieren comenzarla con un golpe directo y contundente contra el opositor José Serra.
El primer spot, que se emitirá a las 20 horas locales, mostrará a la oficialista candidata del Partido de los Trabajadores (PT) recorriendo las favelas de Río de Janeiro, en las que el gobierno de Lula ha implementado importantes obras de desarrollo.
El Mandatario, quien goza de una popularidad que ronda el 80% y se ha involucrado de lleno en la campaña de su "delfín", será el presentador.
Y es que el líder del PT está apostando fuerte por un tercer período de gobierno para su coalición a fin de profundizar su programa, ampliando los planes sociales, aunque dentro de una política fiscal sólida. Para eso, Lula ha elegido a esta economista de 62 años, con un pasado de guerrillera.
Mujer de fuerte temperamento, pragmática y de perfil técnico, pero que en su juventud se alzó en armas contra el gobierno militar brasileño, acción que a comienzos de los años 70 le costó ser torturada y tres años de cárcel. Su grado de participación en movimientos armados es hoy motivo de polémica.
"El gobierno explota eso como una virtud, pero la oposición como un defecto", indica a este diario el analista carioca Edson Nunes.
"Su pasado no preocupa, salvo a ciertos segmentos sociales, muy minoritarios. Hoy, incluso importantes personeros del mundo económico brasileño se muestran favorables a la candidatura de Rousseff", añade el politólogo Rui Tavares Maluf.
La trayectoria política de Dilma, que se inició a comienzos de los 80 y que en ese momento no fue muy conocida por la opinión pública brasileña, llamó también la atención de Lula.
Rousseff participó en la refundación del Partido Laborista Brasileño (PDT de Leonel Brizola), aunque en 1986, tras el advenimiento de la democracia, abandonó esa agrupación y se sumó al PT. La aproximación a Lula ocurrió en 2001, cuando el PT organizó grupos para elaborar propuestas de gobierno para los comicios de 2002 y ella se sumó al equipo que estudiaba medidas para el sector energético.
Electo Mandatario, Lula nombró a Rousseff ministra de Energía a quien responsabilizó para reorganizar el sector eléctrico y modernizar el segmento petrolero.
El escándalo de corrupción que afectó a la dirigencia del PT en 2005 (sobornos a legisladores, asociación ilícita, gestión fraudulenta y hurto de fondos públicos) afectó al entorno inmediato de Lula e hizo tam- balear al gobierno.
Rousseff que no había sido salpicada por el escándalo, fue el salvavidas de Lula, quien la nombró jefa del gabinete, superó la crisis y fue reelecto para un nuevo mandato.
"Es posible decir que ella llegó para refundar al gobierno de Lula", señala el analista Ricardo Ismael de Carvalho.
Dueña de un temperamento definido como "explosivo", de apariencia rígida y discurso de una tecnócrata, se le conoce como "la dama de hierro" de la política brasileña.
No obstante, sus asesores le han ido cambiando su imagen: hoy luce un nuevo peinado y viste ropa más moderna y se muestra más cercana a la gente.
"Rousseff no tiene el carisma o simpatía personal de Lula. Pero está siendo asesorada fuertemente por una poderosa maquinaria de marketing político, que ha apelado a un mensaje artificialmente emotivo. Y a eso hay que agregar la idea de Lula de presentarla como la 'madre de los brasileños'", dice el politólogo Roberto Romano.
Un sondeo de Ibope, de ayer, dio el 43% para Dilma Rousseff y el 32% para el socialdemócrata José Serra. Determinante
En Brasil, la televisión se considera el medio de difusión política por excelencia y los analistas coinciden en que la etapa de campaña que comenzará hoy será la que definirá la contienda. Por ahora los sondeos favorecen a Dilma. "Ella está bien posicionada y cuenta con el enorme respaldo de Lula. Pero la política depara sorpresas. No se puede dar nada por asegurado todavía. Hay que esperar cómo es captado el mensaje de Serra", dice a este diario José Álvaro Moisés, de la Universidad de Sao Paulo.
Dilma Rousseff se hizo un completo cambio de imagen cuando se perfiló como la candidata oficialista. Luce ropa y peinado más modernos, y se muestra más cercana a la gente. Y, tras superar un cáncer, goza de buena salud.
Foto:FRANCE PRESSE