Derrota de Brasil obliga a Rousseff a cambiar estrategia electoral
Según O Globo, ahora se tratará de asociar imagen de la mandataria sólo a la organización del Mundial.
por Fernando FUentes
Aunque siguió el partido desde el Palacio da Alvorada, en Brasilia,
la Presidenta Dilma Rousseff no se salvó de los abucheos en el estadio
Mineirao, durante la histórica goleada de 7-1 que Alemania le propinó a
Brasil. Al igual que en el partido inaugural, en el estadio Itaqueirao
de Sao Paulo, el martes se repitió el polémico coro “Hey, Dilma, vai
tomar no cú” (Hey, Dilma, vete a tomar por c...), el mismo que fue
entonado contra el principal rival de la mandataria, el candidato del
PSDB, Aécio Neves, quien sí estaba presente en las tribunas del recinto
de Belo Horizonte, según el diario O Globo.
Un día después de la “pesadilla”, como Rousseff describió la goleada
del “Scratch”, el Palacio do Planalto salió ayer rápidamente a minimizar
los eventuales efectos negativos de la eliminación de Brasil sobre las
elecciones presidenciales de octubre. “La Copa es la Copa. En agosto
(cuando empiece la campaña electoral) el clima será otro. Ahora es un
momento de purga y de sufrimiento, pero en agosto se dará vuelta la
página”, dijo el ministro jefe de la Secretaría General de Presidencia,
Gilberto Carvalho, en declaraciones citadas por el diario O Estado de
Sao Paulo. Para entonces, agregó, nadie se acordará de la “humillación”
de la Copa. “El partido fue un desastre, como nunca había ocurrido. Pero
nadie puede decir que el gobierno sea responsable por eso”, declaró,
por su parte, el ministro de Comunicaciones, Paulo Bernardo Silva.
Para O Globo, sin embargo, la derrota ante Alemania encendió las
alarmas en Planalto, ante los posibles efectos políticos en la campaña
de Rousseff. “Si hasta el momento Dilma estaba explorando políticamente
las victorias de la selección brasileña, la estrategia ahora es tratar
de asociar su imagen apenas a la organización del evento, considerada un
éxito por el gobierno”, escribió ayer el diario carioca.
Así, Carvalho adoptó inmediatamente la línea de defender la
organización del evento. “Como gobierno debemos dejar claro que la
infraestructura (para el Mundial) funcionó perfectamente. Las elecciones
son otro capítulo”, sostuvo el ministro jefe de la Presidencia. El
perfil de Rousseff en Facebook, que es administrado por el oficialista
Partido de los Trabajadores (PT), fue aún más explícito: “Perdimos la
copa, pero la #copadecopas es nuestra”, escribió, repitiendo el lema
adoptado por el gobierno para referirse al Mundial.
Aunque Clóvis Rossi, columnista del diario Folha de Sao Paulo,
explica a La Tercera que “todavía es temprano para decir cualquier
cosa”, porque “hay un estado de shock”, la mayoría de los analistas
políticos sostiene que el impacto de los triunfos o pérdidas deportivas
tiene corta vida en las campañas electorales. “Cualquier impacto que la
derrota tenga en la elección, en tres meses más, será marginal”, dijo a
la agencia Reuters João Augusto Castro Neves, de la consultora en riesgo
político Eurasia en Washington.
“Si Rousseff pierde la elección en octubre, será probablemente más
por la economía y no por la Copa del Mundo”, comentó Castro Neves, quien
predice que Rousseff tiene un 70% de probabilidades de ganar en los
comicios de octubre.
ENTREVISTA Roberto Romano
Planalto ha dicho que la goleada no va influir en las elecciones. ¿Comparte esa opinión?
R En mi opinión, la sola goleada no tendrá una importancia
estratégica en las elecciones. Pero si hay un error del gobierno (por
ejemplo, en la represión de las manifestaciones populares, peleas en los
estadios, etc.), el problema puede empeorar la situación claramente
desfavorable para la candidatura de Dilma Rousseff en octubre próximo.
P Tanto Dilma Rousseff como Aécio Neves fueron blanco de “insultos”
el martes en el estadio Mineirao. ¿Esta derrota deportiva obligará al
gobierno y a la oposición a cambiar sus estrategias de campaña?
R Por desgracia, no. Tanto el gobierno como la oposición son
prisioneros de los intereses económicos, partidarios, ideológicos e
incluso religiosos, que les impiden cambiar de estrategia de campaña.
Por otra parte, el fenómeno mundial de marketing que domina la política
hace que ellos no piensen de acuerdo a la lógica de la sociedad y del
país, sino en los estrictos (y restringidos) objetivos electorales.
P ¿Cree que las manifestaciones aumentarán a partir de ahora?
R Puede ser que las manifestaciones aumenten en número, pero sin la
relevancia de las ocurridas en junio de 2013. Los sindicatos y los
movimientos sociales anuncian el fin de la “tregua” con el gobierno, lo
que significa que después de la Copa del Mundo surgirán nuevas huelgas,
presencia en las calles, etc.