Um contrapeso auspicioso para esta triste notícia de ontem.
http://silncioerudoasatiraemdenisdiderot.blogspot.com/2009/03/de-um-amigo-vem-pessima-noticia-abaixo.html
Um elemento importante, mas sempre desprezado pelos santuários ideológicos do ocidente que disparam dogmas e preconceitos sobre Israel, foi trazido à cena com esse episódio sobre as ditas "condutas imorais dos soldados israelenses em Gaza": os cidadãos de Israel, com o em qualquer outra democracia, divergem.
Nenhum Estado ou governo está imune a críticas. Em Israel há judeus radicalmente contrários à atual política de combate ao terrorismo, denunciando o que para eles seriam os seus excessos. Em Israel vigora o Estado de Direito com o seu poder judiciário guardião da Constituição. Em Israel os cidadãos (judaicos, islamitas, cristãos, ateus etc.) estão protegidos e obrigados, como em qualquer outra democracia, pela Constituição. Relembro um fato repercutido intensamente pelos meios de comunicação, mas cujo desfecho não mereceu o mesmo alarido: os dois partidos árabes, Balad e Ra'am-Ta'al, que foram banidos do Knesset por petição do Comitê Central Eleitoral, tiveram a sua reintegração ao recente processo eleitoral garantida por decisão da Suprema Corte israelense, que por unanimidade rechaçou a petição e revogou a proibição. http://www.haaretz.com/hasen/spages/1057497.html No entanto, a massiva propaganda ocidental de caráter anti-semita, franco ou dissimulado, promovida pelos meios de comunicação e/ou instituições e organismos internacionais influentes na formação da opinião pública insiste em ativar sobre Israel a "técnica do holofote", descrita por E. Auerbach: esta técnica “consiste em iluminar excessivamente uma pequena parte de um grande e complexo contexto, deixando na escuridão todo o restante que puder explicar ou ordenar aquela parte, e que talvez serviria como contrapeso daquilo que é salientado;" (Mimesis, a representação da realidade na literatura ocidental, São Paulo, Perspectiva, 1971) No artigo abaixo, que me chegou hoje pelo grupo Sefaradi, um esforço de iluminação sobre o episódio dos soldados, que busca percorrer o palco do conflito entre Israel e Hamas, jogando luz não apenas em uma cena, mas sobre todo um complexo desenrolar de acontecimentos.
Un buen artículo Israel: Crímenes de Guerra
Por Gabriel Ben-Tasgal para Guysen International News
Domingo 22 marzo 2009 - 11:22
[Photo]“La verdad es descubierta: conductas inmorales de soldados israelíes en Gaza”, titulaba un periódico israelí especialmente preocupado por el sufrimiento de los palestinos. Durante este fin de semana, los medios de comunicación en Israel cubrieron con especial intensidad las declaraciones de algunos soldados que combatieron en Gaza sobre comportamientos que contradicen las órdenes y la moral del ejército israelí (Tzahal). La intensidad de la campaña informativa puede explicarse por la gravedad de los testimonios, por la falta de noticias relevantes mientras no se conforme el gobierno y también, por las posturas ideológicas de no pocos comentaristas y periodistas israelíes. Analicemos lo que sucedió y los daños que puede sufrir Israel por la forma en la que se cubre esta noticia y lo que puede suceder si se esconden estos testimonios por debajo de la alfombra.
La Operación Plomo Fundido en Gaza comenzó en diciembre y de inmediato fue acusada por los palestinos y sus aliados como “un crimen de guerra”. Israel y su ministro de Defensa Ehud Barak refutaban afirmando que “Israel es un ejército moral. Puede que sea el ejército más moral del mundo”. Los israelíes acusaban directamente a los líderes del Hamás de esconderse tras los civiles, utilizándolos adrede como escudos humanos.
El Hamás pretendía, durante la campaña, causar el mayor número de bajas entre los soldados israelíes para corroer la fortaleza y decisión de la retaguardia civil israelí y por eso no dudaron (el Hamás) en minar los edificios y escuelas para emboscar a las fuerzas entrantes. Incluso si estas escuelas o casas estaban siendo ocupadas por civiles palestinos.
En segundo lugar, el Hamás pretendía exagerar y exponer a sus civiles a una posible muerte en el frente de batalla para recolectar réditos propagandísticos entre los defensores de los derechos humanos en el mundo y entre los judeófobos mutados a antisionistas. En el medio de estos dos grupos suelen aparecer otros tantos exponentes que suelen colaborar en una conocida simbiosis surrealista.
Tercero, el Hamás pretendía secuestrar el máximo de soldados israelíes a sabiendas de la sensibilidad que despierta este tema tras Guilad Shalit. Hasta aquí, las motivaciones del Hamás. Repasemos ahora la postura israelí.
El objetivo declarado (y muy confuso) de Israel era lograr “modificar la realidad securitaria para los ciudadanos del sur de Israel”. Se pretendía grabar en la conciencia del Hamás el alto precio a pagar por bombardear a Israel, cada día, con cientos de cohetes. Para borrar la percepción de “debilidad” tras la guerra del Líbano II, se imponía la necesidad de imponer un ataque contundente que despeje todo tipo de dudas sobre el peligro que suscita provocar a Israel. Tzahal afirmaba que antes de exponer a sus soldados a un enfrentamiento casa por casa contra los terroristas urbanos del Hamás, se impondría una densa cantidad de potencia de fuego. En el terreno, esto se manifestaba en un plan muy ordenado para avisarles a los palestinos que huyan de sus casas ya que Israel iba a atacar la zona seguida por una fuerza de fuego importante para responder a los disparos enemigos y así permitir la entrada de los soldados.
Durante este fin de semana, varios comentaristas israelíes denominaron esta actitud como un “dedo demasiado rápido (liviano) para jalar del gatillo”. Otros, analizaron la naturaleza “imposible” e “ineludible” de un tipo de combate como el planteado.
Hace un mes, en el marco de un congreso de ex estudiantes de la escuela preparatoria militar Itzjak Rabin, los egresados, que también combatieron en la Operación Plomo Fundido, comentaron con total naturalidad una serie de hechos preocupantes. La Academia Itzjak Rabin es un centro de renombre, con 11 años de experiencia, que no debería ser desechada como un foco de la izquierda humanista y post modernista en Israel. Sin embargo, el director del instituto, Dany Zamir, que publicó el informe sobre lo que se dijo en dicho encuentro, es catalogado por muchos como un representante de la extrema izquierda. El diputado ultra nacionalista de Ijud Ha-Leumi (Unión Nacional) Arie Eldad escribía este domingo 22/3/09 que “invito a la población a leer la ficha personal de los delitos militares cometidos por Zamir y la lista de sus artículos que se publican junto a textos titulados “Rendimos homenajes a Samir Kuntar”. Seguí el consejo de Arie Eldad y busque en google (en hebreo) y descubrí, entre muchas cosas, una poesía reciente de Dany Zamir publicado en el site de internet llamado “sobre el lado izquierdo” una poesía cínica y especialmente critica hacia la operación en Gaza: “Esta fue la más justa entre las guerras, afirmaron con cara seria los lideres, esta fue la más justa entre las guerras, susurraron con dolor los soldados heridos, esta fue la más justa entre las guerras, pensaron los padres observando las pantallas, esta fue la más justa entre las guerras, pero en Gaza se amontonaron los cuerpos de los niños muertos y la destrucción levanta humo”. (entre paréntesis, tras la información difundida por Zamir sobre los “testimonios” de los soldados, su poesía fue eliminada de la página el 21/3/09).
Dany Zamir representa las ideas humanistas y críticas de la izquierda israelí, que coordina sus informaciones con el diario israelí “Haaretz”. Sin embargo, esto no debería menospreciar los testimonios siempre y cuando estos hayan sido reales.
Los comentarios daban a entender que todo palestino que decidía quedarse en la zona de combate, a pesar de los avisos de Tzahal, corría peligro de ser abatido aunque no necesariamente se tratase de una amenaza para los soldados israelíes. Otros testimonios citaban casos de mujeres y niños que fueron matados aunque se podía diferenciar que se trataban de personas inocentes. Además, se citaban casos de vandalismo y destrucción de la propiedad palestina por parte de los soldados de Tzahal que ocupaban posiciones en casas de palestinos de Gaza.
Ofer Shelaj (Maariv 20/3/09) publicaba algunos de estos testimonios publicados por Dany Zamir de la Academia Itzjak Rabin Abib de la fuerza de Guivati decía: “Nos dijeron que entremos por la puerta de abajo del edificio y que subamos piso a piso disparando contra toda persona que identifiquemos… yo llamo a eso asesinar… ellos no tenían a donde escapar pero eran culpables por quedarse. Ocho pisos a cinco personas son 40-50 familias como mínimo que podes llegar a matar y eso me dolió porque era como entender que en Gaza valía hacer de todo”. Un soldado llamado “Ram” fue citado afirmando que una familia árabe fue abatida a pesar de que no eran un peligro “el oficial a cargo liberó a la familia y le dijo que se escape hacia la derecha, una madre y dos hijas que no comprendieron y se fueron hacia la izquierda pero no lo avisaron al francotirador que estaba ubicado en el techo que se trataba de gente inocente que no eran peligrosas y como él veía que se acercaban hacia ellos… les disparó”. Otros testimonios contaba sobre vandalismo, destrucción de propiedad ajena y pintadas islamófobas en las paredes de varias casas”.
La información recorrió el mundo ocupando importantes titulares. El diario británico “The Independent” titulaba “los secretos sucios de Israel en Gaza”… “testimonios de matanzas en Gaza provocan furia en Israel”, contaba el New York Times, “Soldados israelíes cuentan sus crímenes en Gaza” (el francés Liberación). La Agencia de Noticias EFE publicaba una crónica el 21/3/09 (seguramente citada en otros diarios del mundo hispano) “Las camisetas con mensajes e imágenes en que se describen atrocidades a los palestinos se han puesto de moda entre los soldados israelíes, publica hoy el periódico Haaretz en su versión digital. El diario cita a fuentes de la fábrica de inscripción Adiv, en el sur de Tel Aviv, que denunciaron la constante afluencia de clientes militares que piden que se les imprima en sus camisetas lemas y dibujos con esa temática. Entre las imágenes más solicitadas figuran las de niños muertos, madres llorando en las tumbas de sus hijos y mezquitas que han sido destruidas por las bombas. "Un disparo, dos muertos", es uno de los mensajes más recurrentes que acompañan a los dibujos”.
Veamos ahora lo que sucedió desde que se publicó estas informaciones. El ejército comenzó una serie de investigaciones para constatar la veracidad de los testimonios. Por ejemplo, el soldado “Ram” fue citado a declarar y afirmó que el no había visto lo que se publicó que dijo sino que lo había escuchado por comentarios orales. Boaz Bistok en “Israel Hayom” (22/3/09) afirmaba “un amigo le dijo a otro amigo… no pueden basar estas acusaciones en la política de UN HOMBRE DIJO”.
Por lo visto, existieron casos de vandalismo y de comportamiento poco ético entre los soldados. El diario Haaretz publicaba hoy una foto en donde los soldados de Guivati habían pintado en una pared “Muerte a los árabes”. De allí a concluir que los soldados israelíes recibieron una orden directa de disparar adrede contra todo lo que se mueve enfrente hay un abismo. En especial, si se trata de rumores más que de testimonios concretos. Concluir que lo relatado aquí muestra una política planificada de “crimen de guerra” es simplemente una barbaridad.
Publicar y difundir esta información, incluso de manera exagerada e irresponsable por parte de varios medios de comunicación en Israel provoca duros reveses a la posición de Israel.
Ante todo, un duro golpe para el ejército. Aunque el ejército dice que investigará los testimonios hay quienes ya ponen en duda la capacidad de Tzahal de llevar a cabo una investigación imparcial. La ex diputada del partido de extrema izquierda Meretz se apresuró a pedirle al Asesor Legal del Gobierno que “se haga una investigación independiente, fuera de Tzahal”. Ella no está sola, hay otras personas que piden lo mismo.
A nivel mundial, especialmente en los países occidentales, se trato de un duro golpe. Una fuente del ejército israelí decía hoy que “en Israel se sabe que se trata de rumores pero en el extranjero se cree que son hechos irrefutables” .
No tenga la menor duda, los testimonios reportados por Dany Zamir y los otros serán traducidos y pasaran a ser la “única verdad sobre lo que sucedió en Gaza”. “Si los propios soldados lo afirman – repetirán los Chávez y D’Elia – ¿no crees que es pretencioso que lo niegues tú?”. Ahora bien, cuando se presenten pruebas contundentes que si bien hubieron conductas de vandalismo puntuales y si bien se cometieron errores de juicio puntuales debido a la naturaleza del combate urbano contra terroristas cínicos, la noticia no ocupará un cuarto de tapa en el diario británico “The Independent”. Ya lo vimos en el caso de la escuela de la UNWRA… ¿por qué debería ser diferente ahora?
¿Israel debería prohibir que se publiquen este tipo de informaciones poco probadas? La respuesta es no.
¿La prensa israelí debería ser más responsable a la hora de vender su producto informativo? Seguramente. En vez de citar lo que escribió Dany Zamir de acuerdo a testimonios orales de soldados, los periodistas del Canal 10 (el informativo que difundió el informe sensacionalista este viernes por la noche) deberían constatar con las fuentes directas.
De todos modos, la sociedad israelí no debería desear manipular y censurar los medios de comunicación como lo hace el Hamás en Gaza o el gobierno iraní. Una información responsable podría sacar a la luz conductas que existieron y que son reprobadas por la inmensa mayoría de la sociedad israelí.
No existe una guerra totalmente limpia. En especial, cuando se trata de un enemigo que usa la estrategia del Hamás. La Franja de Gaza no fue Darfour ni se cometió una masacre como en Srebrenica en 1995. Si se cometieron actos de vandalismo y acciones que contradecían las ordenes de apertura de fuego de Tzahal la investigación se llevará a cabo aunque se tome su tiempo. Al igual que en anteriores ocasiones, las conclusiones seguramente serán obviadas, olvidadas y menospreciadas por buena parte de los que, de todos modos, no necesitaban estos nuevos testimonios para afirmar que Israel había cometido crímenes de guerra.
http://silncioerudoasatiraemdenisdiderot.blogspot.com/2009/03/de-um-amigo-vem-pessima-noticia-abaixo.html
Um elemento importante, mas sempre desprezado pelos santuários ideológicos do ocidente que disparam dogmas e preconceitos sobre Israel, foi trazido à cena com esse episódio sobre as ditas "condutas imorais dos soldados israelenses em Gaza": os cidadãos de Israel, com o em qualquer outra democracia, divergem.
Nenhum Estado ou governo está imune a críticas. Em Israel há judeus radicalmente contrários à atual política de combate ao terrorismo, denunciando o que para eles seriam os seus excessos. Em Israel vigora o Estado de Direito com o seu poder judiciário guardião da Constituição. Em Israel os cidadãos (judaicos, islamitas, cristãos, ateus etc.) estão protegidos e obrigados, como em qualquer outra democracia, pela Constituição. Relembro um fato repercutido intensamente pelos meios de comunicação, mas cujo desfecho não mereceu o mesmo alarido: os dois partidos árabes, Balad e Ra'am-Ta'al, que foram banidos do Knesset por petição do Comitê Central Eleitoral, tiveram a sua reintegração ao recente processo eleitoral garantida por decisão da Suprema Corte israelense, que por unanimidade rechaçou a petição e revogou a proibição. http://www.haaretz.com/hasen/spages/1057497.html No entanto, a massiva propaganda ocidental de caráter anti-semita, franco ou dissimulado, promovida pelos meios de comunicação e/ou instituições e organismos internacionais influentes na formação da opinião pública insiste em ativar sobre Israel a "técnica do holofote", descrita por E. Auerbach: esta técnica “consiste em iluminar excessivamente uma pequena parte de um grande e complexo contexto, deixando na escuridão todo o restante que puder explicar ou ordenar aquela parte, e que talvez serviria como contrapeso daquilo que é salientado;" (Mimesis, a representação da realidade na literatura ocidental, São Paulo, Perspectiva, 1971) No artigo abaixo, que me chegou hoje pelo grupo Sefaradi, um esforço de iluminação sobre o episódio dos soldados, que busca percorrer o palco do conflito entre Israel e Hamas, jogando luz não apenas em uma cena, mas sobre todo um complexo desenrolar de acontecimentos.
Un buen artículo Israel: Crímenes de Guerra
Por Gabriel Ben-Tasgal para Guysen International News
Domingo 22 marzo 2009 - 11:22
[Photo]“La verdad es descubierta: conductas inmorales de soldados israelíes en Gaza”, titulaba un periódico israelí especialmente preocupado por el sufrimiento de los palestinos. Durante este fin de semana, los medios de comunicación en Israel cubrieron con especial intensidad las declaraciones de algunos soldados que combatieron en Gaza sobre comportamientos que contradicen las órdenes y la moral del ejército israelí (Tzahal). La intensidad de la campaña informativa puede explicarse por la gravedad de los testimonios, por la falta de noticias relevantes mientras no se conforme el gobierno y también, por las posturas ideológicas de no pocos comentaristas y periodistas israelíes. Analicemos lo que sucedió y los daños que puede sufrir Israel por la forma en la que se cubre esta noticia y lo que puede suceder si se esconden estos testimonios por debajo de la alfombra.
La Operación Plomo Fundido en Gaza comenzó en diciembre y de inmediato fue acusada por los palestinos y sus aliados como “un crimen de guerra”. Israel y su ministro de Defensa Ehud Barak refutaban afirmando que “Israel es un ejército moral. Puede que sea el ejército más moral del mundo”. Los israelíes acusaban directamente a los líderes del Hamás de esconderse tras los civiles, utilizándolos adrede como escudos humanos.
El Hamás pretendía, durante la campaña, causar el mayor número de bajas entre los soldados israelíes para corroer la fortaleza y decisión de la retaguardia civil israelí y por eso no dudaron (el Hamás) en minar los edificios y escuelas para emboscar a las fuerzas entrantes. Incluso si estas escuelas o casas estaban siendo ocupadas por civiles palestinos.
En segundo lugar, el Hamás pretendía exagerar y exponer a sus civiles a una posible muerte en el frente de batalla para recolectar réditos propagandísticos entre los defensores de los derechos humanos en el mundo y entre los judeófobos mutados a antisionistas. En el medio de estos dos grupos suelen aparecer otros tantos exponentes que suelen colaborar en una conocida simbiosis surrealista.
Tercero, el Hamás pretendía secuestrar el máximo de soldados israelíes a sabiendas de la sensibilidad que despierta este tema tras Guilad Shalit. Hasta aquí, las motivaciones del Hamás. Repasemos ahora la postura israelí.
El objetivo declarado (y muy confuso) de Israel era lograr “modificar la realidad securitaria para los ciudadanos del sur de Israel”. Se pretendía grabar en la conciencia del Hamás el alto precio a pagar por bombardear a Israel, cada día, con cientos de cohetes. Para borrar la percepción de “debilidad” tras la guerra del Líbano II, se imponía la necesidad de imponer un ataque contundente que despeje todo tipo de dudas sobre el peligro que suscita provocar a Israel. Tzahal afirmaba que antes de exponer a sus soldados a un enfrentamiento casa por casa contra los terroristas urbanos del Hamás, se impondría una densa cantidad de potencia de fuego. En el terreno, esto se manifestaba en un plan muy ordenado para avisarles a los palestinos que huyan de sus casas ya que Israel iba a atacar la zona seguida por una fuerza de fuego importante para responder a los disparos enemigos y así permitir la entrada de los soldados.
Durante este fin de semana, varios comentaristas israelíes denominaron esta actitud como un “dedo demasiado rápido (liviano) para jalar del gatillo”. Otros, analizaron la naturaleza “imposible” e “ineludible” de un tipo de combate como el planteado.
Hace un mes, en el marco de un congreso de ex estudiantes de la escuela preparatoria militar Itzjak Rabin, los egresados, que también combatieron en la Operación Plomo Fundido, comentaron con total naturalidad una serie de hechos preocupantes. La Academia Itzjak Rabin es un centro de renombre, con 11 años de experiencia, que no debería ser desechada como un foco de la izquierda humanista y post modernista en Israel. Sin embargo, el director del instituto, Dany Zamir, que publicó el informe sobre lo que se dijo en dicho encuentro, es catalogado por muchos como un representante de la extrema izquierda. El diputado ultra nacionalista de Ijud Ha-Leumi (Unión Nacional) Arie Eldad escribía este domingo 22/3/09 que “invito a la población a leer la ficha personal de los delitos militares cometidos por Zamir y la lista de sus artículos que se publican junto a textos titulados “Rendimos homenajes a Samir Kuntar”. Seguí el consejo de Arie Eldad y busque en google (en hebreo) y descubrí, entre muchas cosas, una poesía reciente de Dany Zamir publicado en el site de internet llamado “sobre el lado izquierdo” una poesía cínica y especialmente critica hacia la operación en Gaza: “Esta fue la más justa entre las guerras, afirmaron con cara seria los lideres, esta fue la más justa entre las guerras, susurraron con dolor los soldados heridos, esta fue la más justa entre las guerras, pensaron los padres observando las pantallas, esta fue la más justa entre las guerras, pero en Gaza se amontonaron los cuerpos de los niños muertos y la destrucción levanta humo”. (entre paréntesis, tras la información difundida por Zamir sobre los “testimonios” de los soldados, su poesía fue eliminada de la página el 21/3/09).
Dany Zamir representa las ideas humanistas y críticas de la izquierda israelí, que coordina sus informaciones con el diario israelí “Haaretz”. Sin embargo, esto no debería menospreciar los testimonios siempre y cuando estos hayan sido reales.
Los comentarios daban a entender que todo palestino que decidía quedarse en la zona de combate, a pesar de los avisos de Tzahal, corría peligro de ser abatido aunque no necesariamente se tratase de una amenaza para los soldados israelíes. Otros testimonios citaban casos de mujeres y niños que fueron matados aunque se podía diferenciar que se trataban de personas inocentes. Además, se citaban casos de vandalismo y destrucción de la propiedad palestina por parte de los soldados de Tzahal que ocupaban posiciones en casas de palestinos de Gaza.
Ofer Shelaj (Maariv 20/3/09) publicaba algunos de estos testimonios publicados por Dany Zamir de la Academia Itzjak Rabin Abib de la fuerza de Guivati decía: “Nos dijeron que entremos por la puerta de abajo del edificio y que subamos piso a piso disparando contra toda persona que identifiquemos… yo llamo a eso asesinar… ellos no tenían a donde escapar pero eran culpables por quedarse. Ocho pisos a cinco personas son 40-50 familias como mínimo que podes llegar a matar y eso me dolió porque era como entender que en Gaza valía hacer de todo”. Un soldado llamado “Ram” fue citado afirmando que una familia árabe fue abatida a pesar de que no eran un peligro “el oficial a cargo liberó a la familia y le dijo que se escape hacia la derecha, una madre y dos hijas que no comprendieron y se fueron hacia la izquierda pero no lo avisaron al francotirador que estaba ubicado en el techo que se trataba de gente inocente que no eran peligrosas y como él veía que se acercaban hacia ellos… les disparó”. Otros testimonios contaba sobre vandalismo, destrucción de propiedad ajena y pintadas islamófobas en las paredes de varias casas”.
La información recorrió el mundo ocupando importantes titulares. El diario británico “The Independent” titulaba “los secretos sucios de Israel en Gaza”… “testimonios de matanzas en Gaza provocan furia en Israel”, contaba el New York Times, “Soldados israelíes cuentan sus crímenes en Gaza” (el francés Liberación). La Agencia de Noticias EFE publicaba una crónica el 21/3/09 (seguramente citada en otros diarios del mundo hispano) “Las camisetas con mensajes e imágenes en que se describen atrocidades a los palestinos se han puesto de moda entre los soldados israelíes, publica hoy el periódico Haaretz en su versión digital. El diario cita a fuentes de la fábrica de inscripción Adiv, en el sur de Tel Aviv, que denunciaron la constante afluencia de clientes militares que piden que se les imprima en sus camisetas lemas y dibujos con esa temática. Entre las imágenes más solicitadas figuran las de niños muertos, madres llorando en las tumbas de sus hijos y mezquitas que han sido destruidas por las bombas. "Un disparo, dos muertos", es uno de los mensajes más recurrentes que acompañan a los dibujos”.
Veamos ahora lo que sucedió desde que se publicó estas informaciones. El ejército comenzó una serie de investigaciones para constatar la veracidad de los testimonios. Por ejemplo, el soldado “Ram” fue citado a declarar y afirmó que el no había visto lo que se publicó que dijo sino que lo había escuchado por comentarios orales. Boaz Bistok en “Israel Hayom” (22/3/09) afirmaba “un amigo le dijo a otro amigo… no pueden basar estas acusaciones en la política de UN HOMBRE DIJO”.
Por lo visto, existieron casos de vandalismo y de comportamiento poco ético entre los soldados. El diario Haaretz publicaba hoy una foto en donde los soldados de Guivati habían pintado en una pared “Muerte a los árabes”. De allí a concluir que los soldados israelíes recibieron una orden directa de disparar adrede contra todo lo que se mueve enfrente hay un abismo. En especial, si se trata de rumores más que de testimonios concretos. Concluir que lo relatado aquí muestra una política planificada de “crimen de guerra” es simplemente una barbaridad.
Publicar y difundir esta información, incluso de manera exagerada e irresponsable por parte de varios medios de comunicación en Israel provoca duros reveses a la posición de Israel.
Ante todo, un duro golpe para el ejército. Aunque el ejército dice que investigará los testimonios hay quienes ya ponen en duda la capacidad de Tzahal de llevar a cabo una investigación imparcial. La ex diputada del partido de extrema izquierda Meretz se apresuró a pedirle al Asesor Legal del Gobierno que “se haga una investigación independiente, fuera de Tzahal”. Ella no está sola, hay otras personas que piden lo mismo.
A nivel mundial, especialmente en los países occidentales, se trato de un duro golpe. Una fuente del ejército israelí decía hoy que “en Israel se sabe que se trata de rumores pero en el extranjero se cree que son hechos irrefutables” .
No tenga la menor duda, los testimonios reportados por Dany Zamir y los otros serán traducidos y pasaran a ser la “única verdad sobre lo que sucedió en Gaza”. “Si los propios soldados lo afirman – repetirán los Chávez y D’Elia – ¿no crees que es pretencioso que lo niegues tú?”. Ahora bien, cuando se presenten pruebas contundentes que si bien hubieron conductas de vandalismo puntuales y si bien se cometieron errores de juicio puntuales debido a la naturaleza del combate urbano contra terroristas cínicos, la noticia no ocupará un cuarto de tapa en el diario británico “The Independent”. Ya lo vimos en el caso de la escuela de la UNWRA… ¿por qué debería ser diferente ahora?
¿Israel debería prohibir que se publiquen este tipo de informaciones poco probadas? La respuesta es no.
¿La prensa israelí debería ser más responsable a la hora de vender su producto informativo? Seguramente. En vez de citar lo que escribió Dany Zamir de acuerdo a testimonios orales de soldados, los periodistas del Canal 10 (el informativo que difundió el informe sensacionalista este viernes por la noche) deberían constatar con las fuentes directas.
De todos modos, la sociedad israelí no debería desear manipular y censurar los medios de comunicación como lo hace el Hamás en Gaza o el gobierno iraní. Una información responsable podría sacar a la luz conductas que existieron y que son reprobadas por la inmensa mayoría de la sociedad israelí.
No existe una guerra totalmente limpia. En especial, cuando se trata de un enemigo que usa la estrategia del Hamás. La Franja de Gaza no fue Darfour ni se cometió una masacre como en Srebrenica en 1995. Si se cometieron actos de vandalismo y acciones que contradecían las ordenes de apertura de fuego de Tzahal la investigación se llevará a cabo aunque se tome su tiempo. Al igual que en anteriores ocasiones, las conclusiones seguramente serán obviadas, olvidadas y menospreciadas por buena parte de los que, de todos modos, no necesitaban estos nuevos testimonios para afirmar que Israel había cometido crímenes de guerra.