¿Por qué José Daniel?
Sabía que irían a por él. Cuando hablé por primera vez -vía
telefónica- con José Daniel Ferrer, me percaté enseguida de su
excepcionalidad. Poco tiempo después conversamos alrededor de la mesa de
nuestra casa y aquella impresión se confirmó aún más. Mientras afuera
se hacía de noche, el hombre de Palmarito del Cauto nos narró los años
vividos en prisión desde la Primavera Negra de 2003 hasta mediados de
2011. Los golpes, las denuncias, los reos que lo llamaban con respeto
“el político” y también los carceleros que trataban de doblegarlo por la
fuerza. Pasamos horas oyendo aquellas anécdotas, a veces de horror y
otras de verdadero milagro. Como cuando logró esconder de las requisas
un pequeño radio que fue su posesión más preciada hasta que él mismo lo
hizo añicos contra el piso, segundos antes de que un oficial se lo
decomisara.
José Daniel, el líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), es hoy
el principal dolor de cabeza de la Seguridad del Estado en el Oriente
del país. Ocupa ese lugar –admirable pero peligrosísimo- en parte porque
cada palabra suya proyecta honestidad y determinación. Campechano,
joven, conciliador, ha logrado avivar un movimiento disidente que
languidecía entre la represión y el exilio de una parte de sus miembros.
Su poder de convocatoria y el respeto que le tienen muchos, brota
también de su perseverancia y especialmente de que se muestra más presto
al abrazo que a la desconfianza. Se ha convertido en un hombre-puente
entre varios proyectos ciudadanos y eso lo hace ahora mismo una afilada
piedra dentro de la bota del gobierno cubano.
Desde hace 23 días este santiaguero incansable está detenido. Ya no
puede moverse por las carreteras empinadas que conectan los municipios
de su región, ni responder entrevistas, ni enviar desde su móvil
mensajes a Twitter. El lunes pasado se declaró en huelga de hambre en el
cuartel policial donde lo mantienen incomunicado. A su esposa Belkis
Cantillo todavía no le han informado cuánto tiempo más pasará arrestado
ni tampoco si le presentarán cargos legales. Algunos amigos tenemos un
mal presentimiento. José Daniel Ferrer ha llegado a tener una capacidad
de convocatoria que asusta a las autoridades cubanas y lo castigarán
duramente por eso. Le temen, porque puede lograr que el título de
“ciudad heroica” de Santiago de Cuba, cobre un nuevo sentido en estos
tiempos.